La historia de Morcilla Secret

A partir de una broma con un calzoncillo tres jóvenes se proponen desarrollar una marca: Morcilla Secret. 

No saben nada de empresas, ni marketing, ni ventas. Ni si quiera visten bien. Sólo son un cantautor  y un mago de Burgos. Usarán sus habilidades para dar a conocer este producto, ya sea cantando, con magia o  corriendo en calzoncillos.

Pero tienen un secreto: ¿Te atreves a descubrir cual es?

No recuerdo bien el día que Dani bromeó con la idea de “Morcilla Secret”, una sencilla broma sobre ropa interior de la conocida marca “Victoria Secret”. Al cabo de unos años le vino la idea de enrollar el calzoncillo. Ahora sí, un calzoncillo enrollado de esa manera, parecía una morcilla. Recuerdo cuando se la contó a sus padres en el Castillo de Burgos. seguía pareciendo todo una broma, pero Dani estaba convencido de querer desarrollarlo.

Uno de los primeros pasos que dió fue apuntarse al programa de emprendedores de La Fundación Caja de Burgos. A las pocas semanas me sumé al proyecto. Conozco a Dani desde los 8 años y estar cerca de él es sinónimo de aventuras y aprendizajes.

 

Después de juntar algo de dinero de nuestros bolsillos (3000 euros si no recuerdo mal), teníamos fondos para dar los primeros pasos. Primero los derechos de la marca y  su registro oficial (un paso sencillo que consiste en pagar), paralelamente el diseño de un logo apropiado para la marca. Compramos 3 diseños de logo, uno que era fiel a la idea de embutido, otro más minimalista que fusiona la M de morcilla con las Agujas de la Catedral (o eso es lo que intenta inspirar) y otro, el que usamos actualmente, que se centra más en el “Secret”, en lo oculto y que en cierto modo inspira una comunidad secreta.
5/5
"Pensé que algo así sería divertido... pero pronto descubriría algo terrible."
Miguel Sevilla
Tenemos la idea, la marca y el logo. Ya es hora de centrarse en el producto ¿Qué vamos a vender? ¿Un calzoncillo? ¿Una broma? ¿Una sorpresa? Tras buscar muchos ejemplos de packagings de calzoncillos teníamos claro dos cosas: el calzoncillo tenía que ir enrollado y una vitola era necesaria para sujetarlo y dar esa similitud con el packaging habitual de las morcillas.
La vitola.

Su historia es sencilla, contamos con el trabajo de un amigo/conocido de Dani, diseñador. La hizo, hicimos algunas correcciones, la volvió a enviar y listo.
El envase.

Estuvimos a punto de decantarnos por vender el calzoncillo sólo enrollado con la etiqueta. Pero por higiene había después que envolverlo en plástico y en ese sentido era poco “eco-friendly”, entonces pensamos en ocultarlo, como un Secreto, en una recreación de Morcilla. Y esa fue la idea ganadora. (Cómo ves el producto que vendemos no es así, ahora verás cómo llegamos a eso). Compramos poli-piel, diferentes tipos, una máquina selladora industrial para cerrar las puntas igual que una morcilla, 20kg de espuma para llenar las puntas (una bolsa de 3 m2 de espuma que ocupaba prácticamente todo el espacio), el resultado fue el que ves en la foto.
Lo de terrible lo que puesto para que sigas leyendo.
Los Tubos: Convencidos y con ilusión compramos los tubos. Primero contactamos con todas las empresas nacionales que nos aparecían en Google, hablamos con muchas por teléfono. Pero hubo problema con crear el avellanado de las tapas que necesitábamos para encajar la espuma y no encontramos a nadie que las hiciese. Contactamos con Alibabá (no el genio, sino la web) y hablamos con muchos proveedores y nos decantamos por quien lo podía hacer. La muestra eran 200 €, mucho dinero para el capital que tenemos… así que nos la jugamos y compramos todos los tubos sin pensar (algo más de 1500 € de compra). Cuando llegaron fue maravilloso, porque eran bonitos y estaban bien hechos. Casi parecían o nos parecían un producto. Dani propuso poner unas morcillas al corte en las tapas (como está en la actualidad). Eso y la vitola y packaging listo. Ahora sólo quedaba pagar los gastos de devolución de la máquina industrial y hacer cojines con la espuma...

Nos fuimos a comprar morcillas de diferentes tipos para hacer una foto al corte e imprimir las tapas y vitolas. Después nos comimos la morcilla, por ser eco-friendlys.

Amabar. Amabar nos salvó, que tienda tan fantástica. Uno de los trabajadores, Jesús, era el padre de un amigo del grupo, @Isma, y gracias a él encontramos el papel más adecuado para imprimir.  Nuestra idea era imprimir en una empresa especializada en vitolas, pero era tan certero, tan eficaz y tan rápido trabajando que se imprimió todo en Amabar. Por otro lado Cantuche, otro amigo de Dani, nos ayudó también infinitamente al recortar las tapas con su impresora de corte.    (foto tapas)

"Gomas,
calzoncillos y
aceleración"

La goma. Al tiempo que íbamos haciendo esto, se hizo el pedido de los calzoncillos. El diseñador, amigo de Dani, también los ayudó con la tipografía y la goma del calzoncillo. Siempre hay dudas sobre cuál debe ser el grosor adecuado, el mejor espacio entre letras, que márgenes son los mejores… y lo cierto es que no tenemos ni idea, pero como el calzoncillo era algo ya inventado, copiamos esos detalles de medidas de los calzoncillos que teníamos por casa.  (foto goma)

Los calzoncillos. Lo cierto es que todo esto lo hicimos a contrarreloj, anunciamos la presentación del producto y a tres días del mismo aún no teníamos nada. Era diciembre de 2020 y queríamos tenerlo listo para Navidad. Creo que por eso el pedido de calzoncillos (un mes antes) se hizo de manera muy apresurada. Buscamos proveedores, en Burgos y en Portugal, pero era todo muy lento y desde Alibaba ya nos estaban facilitando las cosas. Al final fue por esta plataforma que hicimos el primer pedido, con la esperanza de poder hacer las cosas con más calma la próxima vez y encontrar proveedores locales.

Hicimos algunos anuncios sin tener el producto, sólo con los tubos. Confiábamos en el destino.
A tres días de la presentación llegaron los calzoncillos.
Los calzoncillos. Lo cierto es que nos desmotivamos muchísimo, casi pensamos en dejar de luchar por el proyecto. Los calzoncillos tenían la pata larga y no nos parecía muy estético. También tenían una abertura para el pajarillo jeje, el caso es que no nos los imaginamos así. Pensábamos que los calzoncillos son calzoncillos y punto, pero resulta que el diseño (que no es nuestro fuerte) también había de estar bien presente. A los 10 minutos de jugar con los calzoncillos fuimos viendo lo bueno que tenían. La calidad era muy buena, cómodos y suaves. La pata un poco más larga de lo habitual tenía sus ventajas. A nivel de comodidad son los calzoncillos más cómodos que he usado. Los dos estábamos de acuerdo. Decidimos enfocarnos en las virtudes y obviar los errores y continuar. Si nos podíamos criticar lo que hacíamos mal era por una cosa fundamental que sí estábamos haciendo bien, y era la más importante: hacer. Parezco couch jajaja seguidme en @miguelsevillacoaching, en fin, sigo con la historia.
La web. Mientras los padres de Dani metían calzoncillos en tubos (unos Santos), nos pusimos con la página web. Necesitábamos una plataforma desde la que vender el producto, recoger pedidos y tenerlo todo un poco organizado. ¿Y cómo se hace eso? No teníamos ni idea y nos hacía ilusión hacerlo nosotros. Como siempre, uno de nuestros objetivos principales en esto es el de aprender. Contactamos con un informático experto en el tema, durante dos horas nos enseñó un montón de cosas sobre los dominios, el hosting, wordpress, woocommerce… Y con eso nos pusimos a desarrollar la web, subir el producto, crear la pasarela de pago… centrándonos en que todo funcionase bien. Cuando presentamos el producto la web aún no estaba, pero tres días más después la teníamos lista y funcionando.
5/5
"¡No puedo más, no puedo más, no puedo maaaaas, no puedo maaaaaaas!" Mi frase favorita de mi disco Precipicios. Ya en Spotify

Mi pasión es la magia, ahora estoy escribiendo esto con deseo de acabar y seguir ensayando mis juegos. La pasión de Dani es la música, ahora estará en su casa ensayando con su guitarra. Y lo que más ilusión puede  hacer es actuar y compartir con el público. La presentación del producto fue una excusa para eso. El bar repleto de sonrisas, carcajadas, de caras amigas y de ilusión. Fue todo genial, pero quiero detenerme en este punto para dedicar unas palabras al Bar Carabás, posiblemente el bar donde trabajan las mejores personas de Burgos. Desde el primer día que  entré en su bar me han apoyado, sin conocerme de nada, primero con la magia (actuaba todas las semanas allí), a Dani con la música (cada vez que ha presentado un disco, siendo este mismo sitio un punto de venta en Burgos de sus discos). Nos han ayudado siempre y a cambio de nada. Cuando les pregunté si podíamos presentar el producto en su bar, su respuesta automática fue: ¿Qué día queréis? Escribiría un artículo entero sobre el Carabás. No ponen fútbol (no porque no les gusta, sino porque buscan un ambiente más amable, donde primen otras cosas), no hay alcohol a la vista, ni máquinas tragaperras… hay una pantalla en la que  se proyecta cine mudo, una gramola y unas cenas con los mejores platos que puedas imaginar. Todo muy cuidado y con mucho amor. No me enrollo más, continúo la historia. 

Con el producto hecho y la web funcionando, llegó la hora de darnos a conocer. Hicimos un vídeo preguntando a gente de Burgos ¿Cómo te gusta la morcilla?
Organizamos un acto de calle “el morcilla challenge”, con el objetivo de darnos a conocer regalando morcillas a quienes lograsen el reto.

San Silvestre. Todo fue en el mes de diciembre, cada día cosas nuevas… mucha emoción. El día de la San Silvestre estamos en la cocina de Dani y pensamos… ¿y si corremos la San Silvestre en calzoncillos… nos congelaremos? Nos pusimos manos a la obra. Mientras uno pedía prestado un carrito en Hipercor, otro compraba decoración. En dos horas teníamos un carrito corporativo de Morcilla Secret, equipado con música, un micro y con nuestra ropa. Atravesamos corriendo la ciudad hasta la línea de salida. Y corrimos la San Silvestre entera en calzoncillos, al tiempo que empujábamos el carro y gritabamos frases del tipo: “¡se nos va hacer corta!” La foto es de la recta final de la carrera. Lo cierto es que siempre hay barreras mentales al hacer estas cosas. ¿Nos llamarán la atención? ¿Nos echará la policía de la carrera? Son miedos y son  inevitables. Pero igual que los defectos que tenían los primeros calzoncillos que llegaron, es mejor obviarlos y tirar para adelante. Los calzoncillos gustaron y en la carrera la policía, los corredores, el público… todos nos animaban y reían nuestras gracias.

Dani está bastante en forma… y sin darse cuenta corrió la carrera adelantando a un montón de corredores pese a estar empujando un carrito. Yo no sé cómo aguanté su ritmo… el caso es que a nivel de publicidad casi no se nos veía al ir tan rápido, pero tuvimos una suerte tremenda. Nos hicieron una foto para Burgos en el Mundo. Y esa foto pudo detener el tiempo y dejar constancia de nuestra San Silvestre en calzoncillos. En redes se compartió mucho… y conseguimos mucha publicidad orgánica gracias a eso.

TV. Al día siguiente de la San Silvestre nos contactó TVE para una entrevista para incluir en el telediario regional (La Televisión Española que se emite en Castilla y León). Lo mejor es que en un mes habíamos conseguido una historia que contar. En redes fue genial, en facebook se compartió 239 veces y ha tenido más de 45.000 visualizaciones. Que para ser un proyecto con una vida de 2 meses estaba más que bien.

Envíos. Como ves el mes de Diciembre fue muy muy ajetreado. Al tiempo que hacíamos todas estas cosas (sin contar conciertos, estrenos y espectáculos de nuestras respectivas vidas artísticas), realizábamos los envíos de Burgos en bici. También lo usamos para la publicidad.

Presentación formal. Realizamos la presentación del producto y de nuestro plan de negocio en el programa de emprendedores. Un enfoque más formal del producto. Les gustó bastante. Nos hicimos unas fotos y a seguir.

La relajación. Después todo se frenó un poco. Dani y yo vivimos actualmente en ciudades diferentes (de manera temporal como todo en esta vida), él en Bilbao y yo en Barcelona. Y eso lo hace todo un poco más difícil. Aún así en Febrero hicimos un par de anuncios por San Valentín. No parecen gran cosa, pero nos llevó tiempo hacerlos y gracias a eso seguimos aprendiendo sobre Photoshop, Premiere… y al fin y al cabo ese objetivo lo cumplimos, aprender.
Tráfico. En Marzo coincidimos unos días en Burgos y coincide con la nueva normativa municipal de circulación (con sus cosas buenas y malas), así que decidimos hacer un anuncio explicativo de dicha normativa. Compramos un chorizo gigante, y con sprays y ayuda de unos chavales que pasaban por el motocross lo pintamos todo de negro. Pedimos prestadas unas pelotas gigantes de deporte a un amigo (Marcos Arribas (artista también de Burgos (cantante, actor y sobre todo cómico))) y a mi novia y a grabar. Nos pasó como con el reportaje de TVE, se compartió en grupos de Burgos porque a la gente le hizo gracia y era una noticia polémica y actual. Fue otra muy buena publicidad.

"Descuadres, Covid y Colores"

Las morcillas se vendían a cuenta gotas. Lo cierto es que lo que no se  publicita no existe. O estás dándole caña o la rueda frena. Pese a vender poco durante el curso, con el tema de regalar morcillas, disfrutar, reir, jiji, jaja, el inventario se nos descuadró bastante. De hecho  no hicimos inventario ni revisamos las unidades de los pedidos que habíamos hecho. No cuadraba nada. Bueno, pues eso es algo que hicimos mal… se obvia y a seguir. Para la próxima irá mejor.  Con todo un poco parado, la crisis de covid… todo lo que queda  ha ido muy poco a poco hasta la actualidad. Pero ahí seguimos.

 

Colores. Calzoncillos de colores. Como queremos asentar la marca, una buena idea es transicionar del color negro de la morcilla a cualquier color, pero repetando el calzoncillo. La compra de calzoncillos fue bien. Ya sabíamos como hacerlo todo bien y ahora mismo los calzoncillos Morcilla Secret, del color que sean, son nuestro calzoncillo soñado. Pero… necesitábamos una morcilla grande. Queríamos hacer el pack de 3. Cogimos medidas, lo intentamos hacer bien, pero… cuando llegaron no cabían. Un desastre, menos mal que teníamos otra idea en mente: La Cojonuda. Puede que  gracias a la Cojonuda todo se solucione, pero aún no lo sabemos.

En un minuto. En diciembre de 2021 nos entrevistan en Historias en un minuto. Super majetes la verdad y nos viene bien, pues hablar de lo que hemos vivido siempre motiva para dar un paso más.
Ahora estamos con el diseño de “La Cojonuda”, esperamos pueda ser un producto chulo para Morcilla Secret.
Lo más importante. Dani y yo deseamos que Morcilla Secret sea impulso, desarrollo y difusión del arte en Burgos. Somos artistas y sin ese detalle el proyecto no nos motiva. Empezamos a realizar entrevistas. El podcast de Morcilla Secret.

Pero el Covid sigue frenando todo… Ahora, hoy, estamos intentando llevar esto a Twich, para ver si podemos seguir con  las entrevistas online. No sabemos nada de Twitch, así que después de escribir esto voy a ponerme a ello, a ver si es posible algo así, con buena calidad. De momento, ya estamos usando Twitch para nuestras reuniones de empresa. Lo que hacemos en Morcilla Secret lo hacemos todo en abierto. Ese es otro de nuestros secretos, no tener secretos. Esperamos poder entrevistar artistas y también a gente del mundo empresarial, para seguir aprendiendo.

No tenemos “Plan de negocio”, tenemos “Plan de disfrute”.

Nuestro Secreto es la “M” de Morcilla:

Música, Magia y Movimiento

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